30 de septiembre de 2025

Prorinoquia: Cierre en la Vía al Llano pone en riesgo la seguridad alimentaria de Bogotá, limita nuestra competitividad y el flujo de turistas

GESTION1

La Asociación Empresarial en Pro del Desarrollo de la Orinoquia (Prorinoquia), entidad que trabaja por el desarrollo equitativo y sostenible de la región Orinoquia, conformada por los departamentos de Arauca, Casanare, Meta y Vichada, manifiesta su profunda preocupación por las persistentes dificultades de movilidad en el corredor vial Bogotá–Orinoquia, principal ruta de conexión entre la capital del país y media Colombia.

De acuerdo con cifras del Sipsa-DANE, durante el segundo cuatrimestre (mayo a agosto) de 2025 los mercados mayoristas de Bogotá recibieron 849.711 toneladas de alimentos frescos y procesados. De este total, provinieron de esta región 137.886 toneladas (16,2 %). La alta concentración territorial hace que los cierres viales pongan en riesgo la seguridad alimentaria de más de ocho millones de habitantes.

La Orinoquia no solo es estratégica para el abastecimiento alimentario de Bogotá, sino que constituye un epicentro agroindustrial de alcance nacional. La región concentra 63 % del arroz secano mecanizado del país, 45 % del área de palma de aceite, 96 % de la producción de soya, 92 % del plátano hartón verde y cerca de 47 % del maíz amarillo tecnificado.

Estos indicadores confirman que la Orinoquia es hoy la principal región productora de granos, oleaginosa y plátano del país, cadenas que son base de la dieta alimentaria, así como de la industria de aceites y biocombustibles, y de la alimentación animal para la producción pecuaria.

La crisis del corredor Bogotá–Villavicencio limita la competitividad de todos estos sectores estratégicos, afecta la inversión privada, encarece los costos logísticos, restringe el flujo de turistas y pone en riesgo la estabilidad de cadenas productivas esenciales para el país.

Ante este panorama, Prorinoquia hace un llamado urgente al Gobierno Nacional, al Ministerio de Transporte y a la Agencia Nacional de Infraestructura, para que se adopten medidas estructurales y definitivas que garanticen la confiabilidad de este corredor logístico estratégico.

Es imperativo avanzar también en obras como la segunda calzada Bogotá–Cáqueza, la recuperación de la calzada entre Chirajara y Guayabetal y la adecuación de corredores alternativos como la Transversal del Cusiana, que conecta a Casanare con Boyacá y la Transversal del Sisga, de modo que se proteja la seguridad alimentaria y se salvaguarde la contribución de la Orinoquia al desarrollo agroindustrial, energético y turístico de Colombia.

Fuente: Prensa Prorinoquia

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