Proteger, recuperar y conservar el sistema ambiental; generar más espacio público de calidad; disminuir la huella ecológica y urbana; construir equipamientos para servicios sociales; habilitar suelo para vivienda social; disminuir los tiempos de desplazamiento; generar una ciudad segura, incluyente y protectora, son algunos de los retos de la propuesta del POT.

Necesidad de vivienda

Una de las principales características de la propuesta del POT es responder a la demanda de vivienda de los capitalinos. Se requiere vivienda formal, cerca del trabajo, sin acabar con la Sabana y a buen precio. Igualmente es necesario habilitar suelos para construir VIS y VIP. Según los datos entregados por el DANE, en Bogotá se contaron 7.181.469 personas, pero aún esa cifra no suma la omisión censal, que en Colombia fue del 8.5%. La participación de Bogotá en el conteo es de 16,21%. De mantenerse la participación de la ciudad en el total nacional tras ajustar por omisiones, la cifra de población se estima sería de 7.847.197

Por otro lado, se espera la llegada de 486 mil habitantes por migración, disminuyendo la tendencia de 80 mil venezolanos que llegaron en 2018. Este crecimiento poblacional generará 436 mil nuevos hogares al 2031. Si la población de 2018 se confirma en 7.847.191, y a esto se suma el flujo de migrantes, los nacimientos y se restan las muertes, Bogotá requerirá cerca de 907 mil unidades residenciales nuevas.

Adicional a esto, los resultados del censo confirman la caída del hogar. Se estima que se pasará de 2,9 a 2,5 habitantes por hogar en los próximos 12 años. Esto quiere decir que, de las cerca de 907 mil viviendas que se necesitarán en 12 años, los residentes de hoy en Bogotá demandarán medio millón de viviendas. Esto se debe, entre otras, al empoderamiento de las mujeres que ingresan al mercado laboral, conforman hogares unipersonales, además de otros fenómenos asociados a la caída del tamaño del hogar.

La propuesta de POT establece que los proyectos nuevos, estratégicos de expansión o de crecimiento tengan mínimo el 40 % para viviendas de interés social y prioritario.

Uso del suelo

El POT de Bogotá plantea una ciudad multifuncional en la que la mezcla armónica entre usos de distinto tipo sea posible, siempre y cuando no se afecte a los vecinos ni los corazones de los barrios residenciales, propendiendo por mejorar la calidad de vida todos los ciudadanos, de la mano con la conservación de los recursos naturales y del medio ambiente.

En este sentido la propuesta presenta una revisión, actualización y simplificación de los usos del suelo que se permiten dentro de los ámbitos urbano y rural.

La propuesta normativa entiende cómo es la dinámica urbana. Los usos no son un problema por sí mismos. El gran reto es identificar unos niveles de mezcla de usos adecuados en dónde se mitiguen los impactos, tanto urbanísticos como ambientales, y sobre todo hacia los usos más vulnerables como pueden ser la vivienda o equipamientos de salud, como los hospitales y de educación, como los colegios y jardines infantiles.

El planteamiento de niveles de mezcla de usos también va directamente relacionado con el mejoramiento de la movilidad en la ciudad, con base en dos principios:

1.         Una de las mejores estrategias para la movilidad es no requerirla; es decir, disminuir la necesidad de los ciudadanos de desplazarse. La ciudad de usos múltiples es fundamental para cumplir ese objetivo garantizando cercanía y acortando distancias entre la vivienda y las actividades de destino, como puede ser la oficina, la universidad o el colegio, el comercio y demás servicios de acceso diario de la ciudadanía.

2.         La mezcla de diversos usos en un mismo sector genera mayor afluencia de personas, por lo anterior los mayores niveles de mezcla de usos están localizados sobre las redes de transporte público masivo, urbanas y zonales, para qué la accesibilidad a dichas zonas esté garantizada sin la obligación de movilizarse en vehículo particular. Así mismo, dichas zonas se encuentran repartidas en todas las localidades buscando disminuir la obligación de tener que movilizarse a zonas centrales en la ciudad en búsqueda de ciertos servicios.

Por otra parte, sobre el planteamiento en los barrios residenciales en donde se requiera, se estimula comercio pequeño en primer piso. Por ejemplo, en edificios de vivienda, en muchos barrios se va a facilitar permitir un local para un café, una tienda, entre otros. En los demás barrios residenciales en dónde la combinación con actividades económicas complementarias es más alta, se permite dicha mezcla garantizando la mitigación de los impactos, siempre y cuando, el uso residencial siga siendo el principal.

El POT también propone dos usos universales que actualmente no se permiten al interior de los barrios: los jardines infantiles y las casas o centros de adulto mayor.

Medio ambiente

La propuesta del POT incorpora todas las decisiones de superior jerarquía especialmente las ambientales. Incluye fallos sobre Cerros y Río Bogotá; Planes de Manejo Ambiental vigentes de humedales y de la Reserva Thomas Van Der Hammen; y POMCA del Río Bogotá.

El POT adopta 30 mil hectáreas de nuevo suelo protegido en el Distrito Capital, entre las cuales 2 mil se localizan en el área urbana. Esto es un salto que no se había visto en los últimos planes y que lleva a Bogotá a tener más de 125.000 hectáreas de áreas protegidas.

En la concertación con la CAR incluye la incorporación de la reserva Thomas Van Der Hammen como determinante ambiental y el cumplimiento del plan de manejo. Adicionalmente se modifican los trazados viales de las avenidas que cruzan la reserva como la ALO, la Ciudad de Cali, la Polo, la Avenida San José y la Avenida Los Arrayanes, para minimizar su impacto sobre la reserva, pero garantizando una buena movilidad para los bogotanos.

En el marco de la concertación, se definió como meta aumentar el espacio público por habitante en un 50%, pasando de 4 a 6 metros cuadrados. En los proyectos estratégicos este indicador se hizo aún más exigente, al requerir 8 metros cuadrados por habitante, el doble de lo que hoy tiene la Capital.

Lo novedoso

Electrolineras en la capital

El POT incorpora la regulación de los puntos de carga de los vehículos eléctricos. Las edificaciones deben contar con los espacios y conexiones necesarias para que los propietarios puedan cargar sus carros. Como mínimo el 2% de los parqueaderos debe ser para este tipo de automotores. Igualmente, los comercios (centros comerciales, recintos feriales, etc) deben tener en sus parqueaderos instalaciones para este tipo de vehículos.

Aumentan tamaños de los parqueaderos y alturas en edificios

Todas las construcciones nuevas deben contar con un mínimo de tamaño en alturas y parqueaderos para mejorar las condiciones de habitabilidad. Los parqueaderos deben medir mínimo 2.50 por 5 metros (en la actualidad es de 2.20 m por 4.50 m). En alturas de piso a techo, de las construcciones, el mínimo para VIS es de 2.30 m y de 2.40 m para los otros usos (en la actualidad es 2.20 m). Las construcciones nuevas deben garantizar accesibilidad universal para personas con limitaciones físicas.

Acciones de mitigación

A los bares que estén dentro de los polígonos de alto impacto se les exigirá el análisis de movilidad. Es decir, deben tener regulada la movilidad peatonal, de parqueaderos, zonas amarillas, bicicletas, valet parking, etc., y evitar generar ruido, humo, vibraciones, basuras o vertimientos líquidos sobre los predios vecinos. Dicho estudio se tramitará ante la Secretaria de Movilidad. Igualmente, todos deben hacer parte de los programas integrales de adecuación e intervención de espacio público.