Para evitar violencia de género, Distrito lanzará en noviembre línea de orientación para hombres

¿Cómo los hombres se relacionan con sus emociones? ¿Es cierto que los hombres no pueden llorar? ¿Qué pasaría si los hombres contaran con un espacio para expresarse? Estas preguntas fueron el punto de partida de una iniciativa que el Distrito lanzará en noviembre y que fue presentada este martes, en el marco de la III Semana de la Cultura Ciudadana: la Línea de Escucha y Acompañamiento Psicoeducativo para Hombres.

¿Cómo los hombres se relacionan con sus emociones? ¿Es cierto que los hombres no pueden llorar? ¿Qué pasaría si los hombres contaran con un espacio para expresarse? Estas preguntas fueron el punto de partida de una iniciativa que el Distrito lanzará en noviembre y que fue presentada este martes, en el marco de la III Semana de la Cultura Ciudadana: la Línea de Escucha y Acompañamiento Psicoeducativo para Hombres.

Una línea dirigida a hombres mayores de 18 años, que no fue creada para denunciar. Se trata, más bien, de una ayuda profesional para el manejo de situaciones y crisis emocionales como camino preventivo de la violencia de pareja ejercida por motivaciones de machismo. Se implementará con dos estrategias: audiollamadas, para atención y orientación telefónicas a situaciones emocionales; y videollamadas para acompañamiento psicoeducativo de los hombres.

La iniciativa fue presentada por Henry Murraín, director de Cultura Ciudadana de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, durante el Webinar Masculinidades y violencia de género, en el que participaron expertos de Costa Rica, Argentina y México, países que ya han desarrollado experiencias con líneas de atención similares.

Es que las cifras de violencia de género, en las últimas décadas, son preocupantes. “Bogotá, en los últimos 25 años, ha tenido un desempeño negativo en cuanto a violencia de género y violencia intrafamiliar. En 2019, la tasa de violencia de pareja en la capital estuvo por encima de la tasa nacional”, sostiene Murraín.

“Es doloroso: en nuestro país, si uno mira la tasa de mujeres asesinadas y las compara con quienes están detrás de esos hechos, concluye que las mujeres deben tenerles más miedo a sus parejas y exparejas que a otros actores de la sociedad. Suelen resultar más peligrosos que un criminal en las calles o un actor armado. Esto es: Hay más mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas que a manos de una banda criminal”, explica Murraín, pionero en Colombia de estudios de cultura ciudadana.

En su opinión, si bien es una situación que durante años se ha visto como un tema doméstico o que solo atañe a las mujeres, “es en realidad uno de los problemas de seguridad ciudadana más importantes que enfrentamos hoy; y el panorama es igual de México a la Patagonia”.

Datos de Medicina Legal indican que el 66,5% de la violencia intrafamiliar corresponde a violencia de pareja. Un 73,5% de las víctimas de esa violencia son mujeres. Un 89,5% está concentrado entre el compañero permanente, el excompañero permanente y el esposo. Por eso, para Murraín, “es imposible pensar una sociedad que erradique la violencia contra las mujeres y la violencia intrafamiliar, sin pensar primero en una transformación en la cultura, sin pensar en revisar nuestras masculinidades”.

Colombia tiene un antecedente en este tipo de iniciativas, en su momento liderada por el propio Murraín: en 2010, nació la Línea Celan (celosos anónimos) de Barrancabermeja. Una línea telefónica con enfoque de cultura ciudadana, orientada a trabajar temas de celos entre la población masculina. Y los hombres respondieron. Llamaron a la línea, pidieron ayuda y gracias a eso bajó en un 46% la violencia de pareja en esta ciudad.

Prevención de violencias

María Fernanda Cepeda, líder de Género y Diversidad de la Dirección de Cultura Ciudadana, cuenta más detalles de esta iniciativa: “La idea es que los hombres que se sientan angustiados, con crisis emocionales o que se sientan en riesgo de ejercer violencia contra sus parejas y familiares, acudan a esta línea”.

Cepeda, apoyada en datos de violencia intrafamiliar y de pareja del Instituto de Medicina Legal, asegura que en general son los hombres quienes más ejercen violencia física, psicológica, sexuales y económicas con la pareja y al interior de los hogares. Y puntualiza que en lo que va de este año las llamas a la Línea Púrpura del Distrito han crecido en un 200%.

“La pregunta que nos hicimos fue: ¿Qué ofrecía el Distrito para que esos hombres no ejercieran violencia? Encontramos que no son muy tenidos en cuenta dentro de las estrategias de prevención. Solo pensamos en los hombres cuando se produce un hecho punitivo. Nuestra propuesta es abordar, desde la raíz, las masculinidades, que son todas esas construcciones sociales y culturales sobre lo que significa ser hombre y los mandatos que socialmente esto les impone”.

Al revisar casos de violencia intrafamiliar en Bogotá, el 76.8% de estos están asociados a celos, desconfianza y machismo. “Debemos preguntarnos sobre las masculinidades y la manera en que ellos expresan sus frustraciones y emociones”, expresa Cepeda.

En ese sentido, para la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte es importante trabajar con todos esos estereotipos, creencias y normas sociales sobre los roles de género y sobre la manera en que construimos relaciones. “Es importante reflexionar sobre cómo expresamos el amor en la sociedad machista donde hacen carrera creencias como ‘si me cela es que me ama’, ‘si me controla es que le importo’. Hay que cambiar el chip de lo que significa ser un hombre: ellos pueden ser emocionales, cuidadores, cariñosos, resolver conflictos de manera pacífica y entender que esta idea de la hombría es una camisa de fuerza que les hace mucho daño a ellos mismos y al resto de la ciudadanía”.

La clave, dice Cepeda, es trabajar, de manera innovadora, con los hombres en dos frentes: Una línea un servicio de escucha, atención y contención emocional para cualquier situación que un hombre quiera expresar. Y un servicio de acompañamiento psicoeducativo para que ellos manifiesten ideas y dudas relacionados con machismo, celos o control. Con ellos se trabajará temas como manejo emocional, resolución de conflictos, trato con la pareja y transformación de masculinidades.

“Invitamos a los hombres a que no sientan prevención de pedir ayuda. ¿Quién dijo que no pueden ser vulnerables? El machismo ha logrado amputarlos emocionalmente. Expresar sus emociones es un aprendizaje grande”, reflexiona Cepeda.

Las cifras la respaldan: ¿Qué motiva a los hombres a agredir a sus parejas? Un 55,9%, dice que intolerancia y machismo. Un 20,9%, dice que los celos, la desconfianza y la infidelidad.

¿Qué son las nuevas masculinidades?

Son una invitación a entender las masculinidades no violentas, las masculinidades cuidadoras y las masculinidades equitativas. ¿Nos hemos preguntado cómo el machismo ha afectado también a los propios hombres?

Las nuevas masculinidades nos invitan a entender que hay hombres que aman de una manera pacífica, que entienden que sus parejas no son de su propiedad, que no justifican el uso de la violencia, que expresan sus emociones con tranquilidad, que tienen herramientas emocionales para resolver sus conflictos, para hablar cuando se sienten incómodos y para escuchar a los demás. Son hombres que ejercen su responsabilidad de cuidado de su casa, que cuidan de sus hijos, que no se sienten menos hombres si lavan ropa o los platos, que pueden estar en un espacio social sin acudir al acoso o insinuación sexual hacia las mujeres.

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